La colección Montblanc 1858, rinde homenaje a la manufactura fundada bajo el nombre de Minerva mediante la introducción de relojes contemporáneos con líneas vintage e inspirados en los cronómetros creados a través de sus 157 años de historia. El cronógrafo monopulsador desarrollado por la manufactura durante la década de 1930 para satisfacer las necesidades de cronometraje de precisión ha servido de guía para el desarrollo del nuevo Montblanc 1858 Chronograph Tachymeter. Con sus acabados de lujo, este instrumento del tiempo fue creado para capturar el espíritu de los avances técnicos que marcaron el período de 1930 mediante la integración de características históricas fundamentales de diseño.
El deseo de Montblanc por demostrar el valor de 157 años de rica herencia y estar constantemente buscando el mejor rendimiento en relojería se expresa también a través de la capacidad para inspirarse en su esplendoroso pasado para enriquecer su historia con nuevas piezas. De acuerdo con este principio, para su Colección Montblanc 1858 la Maison eligió reinterpretar un cronógrafo lanzado por la manufactura Minerva en la década de 1930. La corona que incorpora el pulsador del cronógrafo recuerda a las de las facetas estriadas en los relojes de época. Su forma de fácil agarre era ergonómica y sencilla de manejar, para que los pilotos pudieran darle cuerda durante el vuelo con guantes. Las esferas de los relojes de la colección Montblanc 1858 todavía llevan el logotipo histórico de la Maison que fue utilizado en ese momento, además, no sólo los números sino también las agujas son luminiscentes, idéntico en todos los sentidos al modelo que sirvió de inspiración. Sólo la escala ‘ferrocarril’ alrededor de la esfera ‘bicompax’ del cronógrafo difiere ligeramente. Este instrumento utilizado para medir intervalos cortos de tiempo cuenta con una escala taquimétrica en el borde de la finamente impresa línea ‘ferrocarril’. En general, la decoración de carácter vintage, que es fácilmente legible por la noche, ayuda a reforzar el espíritu de aventura de las creaciones de la colección Montblanc 1858.
El calibre del cronógrafo monopulsador, con un movimiento de cuerda manual MB M16.29, es del mismo tamaño que el de un reloj de bolsillo –visible a través del reverso de cristal de zafiro transparente – y está inspirado por el movimiento de cronógrafo original, el calibre 17.29, diseñado por Minerva en 1929. En consecuencia, tiene componentes con muchas similitudes. Al igual que el cronógrafo histórico que sirvió de modelo para la creación de esta pieza de estilo vintage contemporáneo, tiene una rueda de pilares activada por el pulsador único integrado en la corona. A través del reverso transparente, también es posible ver el icónico puente “V” del cronógrafo, que ha sido amparado por Minerva desde 1912. Todos los componentes, incluyendo la palanca del gran volante regulador con tornillos para el fino ajuste denominado ‘cuello de cisne’, tiene un acabado ‘Côtes de Genève’ y cantos con un gran número de ángulos reentrantes biselados a mano mediante la más fina tradición de la alta relojería. El acoplamiento horizontal de esta construcción clásica se combina con una palanca que sujeta los martillos del cronógrafo, rematada con una pequeña flecha, símbolo de Minerva. Este mecanismo decididamente clásico, montado, ajustado y acabado a mano en la manufactura de Villeret respetando los más altos estándares de la profesión, incluye 252 componentes, tiene una altura de 6,30 mm y oscila a 18.000 alternancias por hora, una frecuencia tradicional que recuerda a los latidos del corazón y permite una autonomía de 50 horas.
Para los amantes de la relojería tradicional, este reloj presenta un fino bisel que maximiza la claridad de la esfera, tanto de noche como de día. Lo hace de noche gracias a grandes números árabes y las agujas tipo ‘catedral’ revestidas con pintura Super-LumiNova, un material no radiactivo que permanece luminiscente durante mucho tiempo.
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